jueves, 23 de septiembre de 2010

LA MEMORIA: ENTRE LA REMEMORACIÓN Y EL OLVIDO.

 
José Martin García Hernández.
            El texto pretende dar cuenta de la relación que existe entre la epistemología y la pedagogía, partiendo desde el punto de vista de una suposición implícita o explícitamente aceptada por la comunidad pedagógica. A la Ilustración se le ha considerado como la culpable de la confusión, debido a la diversidad de filosofías.
En un principio nos pudiéramos apoyar en el principio cartesiano, en donde el esfuerzo de pensamiento epistemológico invita a centrarse en una clasificada estabilidad filosófica. Descartes  ha explorado diferentes caminos, que no lo condujeron a una explicación con ese carácter, en ese sentido la filosofía se declaró incapaz, en donde para algunos por ese motivo debería ser desplazada, o al menos suplementada.
A través de la historia solo se ha evidenciado el desacuerdo, en donde recordar es el objetivo de ésta, por ende, es constitutiva del conocimiento. La otra parte del trabajo hace uso de las ideas para analizar la relación entre la epistemología y la pedagogía.
Los autores han determinado que la relación entre la epistemología y la pedagogía ha de analizarse desde el punto de vista de la cientificidad. Desde ese punto de vista para algunos estudiosos lo que hay que rescatar en el ámbito del pensamiento es el denominado pensamiento científico, es decir, aquel que ha sido capaz de realizar lo que no ha podido realizar la filosofía:  Ubicándonos ahí, recordemos que, ciertamente, para algunos estudiosos, en la actualidad un fenómeno a destacar en el ámbito del pensamiento es una de sus formas: el pensamiento denominado científico, aquel que ha sido capaz de realizar lo que no ha podido la filosofía: brindar los servicios con un criterio de indudabilidad.
El pensamiento científico ha pretendido conquistar muchos ámbitos como por ejemplo el campo de las llamadas ciencias humanas. A través del trabajo científico se pueden lograr muchas cosas por cuanto emana de un “supuesto sujeto de saber”.
            Por otra parte refiriéndonos a la pedagogía y tomando en cuenta el punto de vista de los autores en cuanto a la cuestión de la cientificidad de la pedagogía, en donde pueden observar con naturalidad analizarla desde el interior del discurso pedagógico, puesto que el ámbito donde se desarrolla su trabajo se encuentra entre los límites de la epistemología y la pedagogía.
“Recurriendo a una analogía podemos expresar que la polémica alrededor de la cientificidad de los estudios pedagógicos constituye el fondo del escenario en el que se desenvuelven las comedias y dramas pedagógicos, como por ejemplo, diseños de planes de estudio, opciones por un determinado enfoque en investigación educativa, elección de temas o problemas sobre los cuales trabajar o investigar, análisis de ciertas propuestas o modelos pedagógicos, entre otros” (Bartomeu 1996).
Desde este punto de vista los autores podrían hacerse cuestionamientos acerca de la cientificidad de la pedagogía, al tener en cuenta dos aspectos, primeramente, tomando como objeto de análisis la calidad científica de la pedagogía, y centrándose al interior de la misma comunidad pedagógica.
El sentido del texto seda al tomar como objeto de estudio la discusión sobre la cientificidad de la pedagogía en cuento a que sólo involucra la idea de una epistemología regional o especializada, es decir, se define un ámbito, restando el presupuesto de lo sustancial, la epistemología propiamente dicha. Cuando se habla de una epistemología especializada los autores tienen como propósito ahondar en el análisis de la epistemología de los discursos educativos.
            Dentro del texto se trata de explicar algunos supuestos fundamentales, es decir, nos hacen mención a lo que se deberá de establecer como la idea epistemológica como filosofía de la ciencia que surgió del desarrollo del pensamiento científico.  A partir de éste punto de vista, proponen de forma negativa lo que no aceptan como epistemología.
Otro aspecto al que hace mención el texto es a la relación entre la epistemología y la pedagogía como ya se había mencionado anteriormente, pero ahora a través de los discursos pedagógicos, en los que pueden observar, que, para algunos pedagogos el asunto del problemas de la cientificidad de la pedagogía tiene su origen precisamente en ésta área de  conocimiento (Bartomeau 1996), lo que puede denotar que el problema epistemológico de la pedagogía es la identificación del objeto de estudio.
           

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